martes, 13 de junio de 2006

Margarita Roncarolo

Las mujeres de la burguesía no nos andamos embadurnando el corpiño
Hola Susana Mendíeta


es cosa de mujeres

nunca una mujer se ensuciaría el corpiño con la grasa del pollo
tampoco la piel que está debajo del corpiño
grasa de pollo entre la piel y el corpiño
todo el tiempo sintiendo ahí la piel sucia el corpiño raspando la grasa
del pollo

hay pocas cosas que una mujer no haría

muy pocas cosas

qué guardaría Ud. señora dentro de su corpiño?
un billete de cualquier cifra (según su grado de necesidad)
un papel con una dirección vital
un pañuelito perfumado mi abuela guardaba en el corpiño
un pañuelito con puntillas
sobresalía la puntilla / nos secaba las lágrimas con la punta / de la puntilla
un ramo de margaritas?
la bolsita de alcanfor / prendida con un alfiler de gancho
en una cinta roja para el mal de ojo
una medallita de la Virgen
una navaja un estilete un cuchillo / para asesinar al amante infiel
puedo sacar el cuchillo del centro de mi corpiño sin cortarme la piel
delicada de mis pechos blancos
la carta de mi amorcito
la llave de la alcoba del palacio. Sacó la pesada llave con leve mano de
entre sus níveos pechos /
la mujer de barbazul extrajo la enorme llave de entre sus corpiños / con
volantas / la hizo girar en la cerradura / volvió a guardarla en el pecho
un frasquito con veneno insecticida para las hormigas / cianuro para echar
en la boca / del hormiguero / montonero
un pincel atravesado de lado a lado
una lapicera si es escritora
una manzana / Eva / la que duerme en el paraíso
naranja ananá o ciruela
vuelca la mano dentro del corpiño y ofrece gentil la manzana
a Blancanieves / la bruja

todos gestos graciosos

leves

dignos

nobles / incluso con la nobleza del asesinato

o del puñal que se hunde en la propia piel

rasgando el corpiño

hay erotismo en la mano que se hunde en el corpiño

pero la mujer vieja y desdentada que el domingo se presentó en la puerta de
una casa del Partido de La Matanza y que pidió comida a la otra mujer (que
no era vieja pero tan pobre) y que recibió en su mano la presita de pollo
(que le entregaba desde otra mano o sea sin plato ni cuchillo ni servilleta
de papel ni siquiera trozo de diario la pequeña hija de la otra mujer) la
mujer vieja sólo vieja agarró el pedazo de pollo y se lo guardó en el corpiño.

Desde ese día me baño sin parar. Y he lavado todos mis corpiños con agua
de lavandas y espliegos y aromas de inciensos (aprovechando la cercanía de
las fiestas navideñas y toda esta cosa tan grata del espíritu ritual)

Y no hay caso con la grasa.
Margarita Roncarolo

7 comentarios:

Anónimo dijo...

un texto digno de
una dama gigante.

guacha editora dijo...

indigno dice un amigo

Anónimo dijo...

I DO L A ! ! CAPA TOTAL ! !

Anónimo dijo...

Encuesta nacional y feminista:
¿las mujeres de ahora usan corpiño?

Anónimo dijo...

la burguesia usa camisón o simplemente sotana. Para mi que usa patalón, asi como los militares usan botas. Te das cuenta, pibe, siempre se trata de lo que usas. Adios niche por hoy, a la cama y temprano yo me voy. Menos mal que hay gente que aún escribe poesía, o simplemente textos. O simplemente fútbol. Como prefieran...

Anónimo dijo...

geniaaaaaaa total, grosa grosaaa

Anónimo dijo...

si algo enseñaste es a andar con las tetas al aire en pleno cielo.