miércoles, 17 de octubre de 2007

El poeta como pornógrafo


“Ante vos me rindo diccionario
es que sé tan poco e igual escribo”



Qué puedo hablar yo de poesía
Qué corno sé de la palabra
Acaso tengo alguna emoción vibración comezón
O recuerdo
que valga la pena
Vale contar la vez que escondido detrás de una ventanita o ventana pequeña
Espié como mi prima se sacaba la pollera
y es interesante
acaso
para alguien que le cuente los detalles, los pormenores,
quiere alguien saber de que manera comencé a jugar con mi pija
encontrando mi semen placentero
Pero quién soy yo para confesarme
Qué placer da ser leído
Cuál es el orden correcto,
siempre recuerdo lo mismo
Un niño pasa por la puerta de su escuela un domingo de lluvia
Y escribe en una hoja de su cuaderno: La escuela explota!!!
Al otro día las maestras revisan los cuadernos en busca del borrego subversivo
…a quién le importa cómo termina esa historia
Tiene algún sentido.

Es ahora cuando escribo
Que las palabras se me revelan
Quisiera ser honesto
Pero es imposible
La honestidad es la virtud de los vampiros

Ya no se trata del hambre

Hay un niño comiendo una manzana
La manzana es mucho más poderosa
Hay una palabra comiendo a un niño

Indudablemente
Pensar
Es cosa de locos.
Pensar
Es cosa de vacas y cartílagos

Quisiera escribir una novela
Tan grande
Tan eterna
Tan no mía

Una novela que ocupe una remera entera.
Damián Galateo

1 comentario:

Anónimo dijo...

me encanta vuestro blog , joder
"hay una palabra que come a un niño"


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