salí tarde de casa al trabajo
y mi vestido después de su incursión en el lavarropas se estrechó o yo estoy más gruesa que cuando mi vestido estaba sucio, esta situación afectó mis emociones entonces me puse a revolver paranoica la cartera a mitad de cuadra pero en la revoltija me dí cuenta que salí sin plata, y yo no me puedo dar esos lujos, tuve que volveren casa
tomé la decisión de cambiarme, opté por una ropa más unánime pero donde pude abusar del rojo y así toda, salí otra vez, con rojo esperanza
caminé por otra calle y antes de que se hiciera la mitad de cuadra me encontré con mi amigo Galateus, que hacía tanto tiempo que no lo veía, nos saludamos mucho, se fumó un cigarrillo y yo tomé agua de una botellita
él justo acababa de tener un sobrino qué alegría, yo estaba llegando tarde al trabajo otra vez, pero qué importa si hay gente que está naciendo en horario
hablamos de los trabajos y los jefes, de la películas que está haciendo, de los barrios con terraza y de muchas cosas de gente que se encuentra por la calle, pero nunca hablamos de lo que dijo Susana, de eso tal vez hablaría con alguien que me encuentro en el subte si voy sentada, Galateus es muy bueno tienen que leerlo personalmente, pronto va a publicar un libro por guacha editora
después cada uno tenía que ir al trabajo correspondiente, nos despedimos y yo me quedé con un montón de gente en la cabeza, pensando excusas para aclarar porqué llegué tarde, tengo una conclusión
efímero es algo parecido a para siempre
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